Recortes de prensa de las gacetillas de la Sociedad de Portas en el periódico Galicia
Noticias de la Sociedad de Portas en el periódico Galicia

Introducción

Este escrito es una síntesis de un trabajo titulado Inmigración, subjetividad y política. Crónicas de la Sociedad de Portas que publicamos en el Boletin del CIRSP (). Se trata de un investigación realizada sobre las 400 gacetillas que publicó esa Sociedad entre los años y en el periódico Galicia, órgano de prensa oficial de la Federación de Sociedades Gallegas de la República Argentina (FSG).

Las gacetillas fueron difundidas inicialmente por un grupo de vecinos de Portas, Saiar y Godos, residentes en Buenos Aires, y luego por la sociedad que lograron fundar, a la que denominaron Sociedad Residentes del Ayuntamiento de Portas y sus Contornos. Su lectura nos aportó una vasta información sobre el accionar y las vivencias de ese grupo de inmigrantes. Decidimos entonces emprender esta investigación con el espíritu de devolverle su propia voz a los protagonistas (Núñez Seixas y Soutelo, ).

Hasta ahora no hemos podido hallar sus estatutos, de los cuales sólo contamos con referencias fragmentarias, ni los libros de actas correspondientes. Este hecho limita en parte nuestro conocimiento de lo ocurrido puertas adentro y también circunscribe este estudio al lapso en que estuvo federada y publicaba sus crónicas en el periódico de la FSG.

Portada del Boletín del CIRSP
Boletín del CIRSP

Como breve marco histórico diremos que, en la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX, la migración gallega a Argentina fue de grandes proporciones y dio lugar a la formación de numerosas sociedades de inmigrantes de municipios o comarcas determinadas. La dinámica de este conjunto mostró durante el siglo XX una tendencia a la cohesión, dentro de la cuál podemos identificar dos modalidades: la primera consistió en asociarse a entidades mayores, como la FSG, para determinados fines, sin perder la estructura propia. En cambio, la segunda, posterior en el tiempo, estribaba en incorporarse a los grandes centros provinciales, no sin desmedro de su identidad societaria. Desde su nacimiento en , la Sociedad de Portas estuvo federada en la FSG. En renunció a esta pertenencia y desde -cambiando su nombre por el de Peña de Portas y Parroquias del Salnés- pasó a funcionar en el Centro Pontevedrés (Díaz, H. ). En se fusionaron con otros centros provinciales para dar lugar en al actual Centro Galicia (Fernández Santiago, M. 2001). Es probable que la modificación del nombre de la agrupación portense, cambiando la palabra “Sociedad” por “Peña”, haya sido consecuencia de su desplazamiento al Centro Pontevedrés. Entre paréntesis, tales mudanzas fueron el motivo de nuestras dificultades para encontrar la documentación propia de la Sociedad de Portas, si es que todavía existe.

La Sociedad de Portas se fundó durante la Segunda Guerra Mundial, en un contexto histórico incierto y convulsionado. La República ya había sido vencida por el golpe militar de Franco y sus aliados nazifachistas. Éstos, a su vez, acababan de experimentar su primera gran derrota en la batalla de Stalingrado. A partir de ese momento, comenzaron a gestarse en los círculos republicanos esperanzas acerca de una eventual caída de Franco, arrastrado por la debacle del Eje. En Buenos Aires las distintas asociaciones de inmigrantes gallegos republicanos habían zanjado sus diferencias políticas en aras de brindar apoyo a la República durante la guerra civil española. Finalizada ésta última, y de manera paulatina, reaparecieron los desacuerdos. Parte de los sectores galleguistas se inclinaron por la creación de grandes centros provinciales, fundándose en 1941 los Centros Orensano y Pontevedrés. Tal idea se oponía al espíritu de la FSG que consistía en sostener la identidad de las pequeñas sociedades parroquiales y comarcales que federaba. Las tensiones culminaron con el abandono de la FSG por parte del Centro Orensano en y Pontevedrés a mediados del 45 (Díaz, 2007). La Sociedad de Portas no estuvo ajena a los mencionados acontecimientos.

Los contenidos de estas crónicas nos permiten aproximarnos tanto a los acontecimientos histórico-institucionales como a la cotidianeidad subjetiva que este pequeño grupo social deja translucir. Trataremos así de mantener la mayor fidelidad posible a “la letra” de los textos publicados. Priorizaremos los contenidos de las declaraciones fundacionales, y sus repeticiones o modificaciones en los escritos sucesivos, como también la aparición de nuevas temáticas. Además, y atendiendo a las influencias recíprocas entre los acontecimientos globales con la subjetividad de las personas y el funcionamiento de las instituciones, procuraremos tender puentes con el contexto sociopolítico de esa época.

Tiempos fundacionales

En los tiempos fundacionales se estipulan los objetivos y las pautas para orientar y regular el funcionamiento de la institución, que quedan plasmados en los estatutos. Para que un grupo se conforme es necesario que sus miembros compartan una serie de aspiraciones, pero es inevitable que difieran respecto de otras. Estas diferencias exigirán una serie de renuncias individuales en aras de sostener el agrupamiento. Es entonces que los estatutos son el resultado de un pacto fundacional entre los miembros, dónde se establecen las acciones pertinentes delimitándolas de las no lo son. Con el correr del tiempo, las circunstancias tienden a plantear exigencias que anteriormente habían sido silenciadas. También puede suceder que algunos de los objetivos iniciales pierdan vigencia. Así para sobrevivir las organizaciones necesitan tanto sostener un marco estable como dar lugar a los cambios.

Diversas informaciones extraídas de las gacetillas nos permiten hacer una reconstrucción de la “prehistoria” de la Sociedad. En apareció en un diario de Buenos Aires una publicación que exhortaba a los vecinos de Portas allí residentes, a constituir su propia sociedad. Su autor no pudo ser ubicado en ese momento –con posterioridad se supo que fue Feliciano Rey, vecino de la parroquia de Romay ()1 - pero la idea fue retomada. Así el cinco amigos, todos de la feligresía de Lantaño, se sentaron alrededor de una mesa de café y ligados por el amor a su tierra natal, llamaron a una primera reunión de convecinos ().

Dicha reunión fue celebrada el en la sede de la Federación de Sociedades Gallegas. Se nombró una Comisión Organizadora Provisoria para convocar a los nativos de las cuatro parroquias del ayuntamiento, con el fin concreto de consolidar una asociación. Dicha Comisión estuvo compuesta por Manuel Rivas, Amado Gándara, José Alfonso, Jesús Alonso y Olimpio Maquieira.

Fotos de los integrantes de la Comisión organizadora
Comisión organizadora

En el primer artículo difundido en el periódico Galicia el , hicieron público este proyecto, dando cuenta también de las razones morales y de las necesidades afectivas que impulsaban su decisión. Comenzaban subrayando el hecho de haber elegido el memorable Día de Galicia para el encuentro inicial. Se identificaban como personas que se vieron obligadas a abandonar su pueblo natal por causas diversas y establecían una de sus motivaciones primordiales, la de recordar la tierra que los vio nacer, actividad a la que adscribían la categoría de deber.

En la siguiente reunión se propuso para la sociedad, el nombre de “Sociedad Residentes del Ayuntamiento de Portas y sus contornos” ya que se habían sumado personas nativas de las parroquias de San Esteban de Saiar y de Godos.

Las reiteradas convocatorias para la tarea de suscripción de socios esgrimían distintos argumentos: a veces se dirigían contra la indiferencia y el materialismo de despreocuparse de la comunidad y atender sólo al beneficio personal. Otras advertían sobre una pregunta frecuente: ¿y qué beneficios tiene?. Respondían que la naciente Sociedad nos proporcionará los medios de vernos juntos y recordar todos los accidentes entre los cuales se formó nuestra personalidad (). Más adelante nos detendremos sobre la importancia para los inmigrantes del tan mentado recordar./p>

También precisaban la descripción del espíritu fundacional que los guiaba: vincularse entre sí desde los recuerdos del pueblo natal y hacer en favor de las personas que allí quedaron, sin dejar de lado a la Argentina, país que nos cobija, con el que fraternizamos en forma cariñosa y nos sentimos iguales. Mantener tal equilibrio de intereses fue una idea rectora de la institución. Agregaban que Argentina por su historia, tradición e idioma, está unida a nuestra España y al decir España dice Galicia, frase que resulta significativa por el sincretismo que conlleva.

Delinearon el perfil de la nueva asociación: una sociedad con fines sociales, culturales y mutualistas. La comunicación del , donde se exhortaba a los convecinos a afiliarse, finaliza con una lacónica frase: Se hace presente que esta sociedad está orientada en bases apolíticas. Esta definición fue luego incluida en la Carta Orgánica. La semana siguiente publicaron un agradecimiento a la Federación por brindarles su sede donde realizamos nuestras actividades manteniendo nuestra más absoluta independencia de pensamiento. Creemos que tal secuencia no es fortuita: una orientación política determinada podría ser una barrera para muchos, cuando la idea era nuclear al conjunto.

El agregaron otra función a la Sociedad: la de brindar ayuda a los nuevos inmigrantes, proporcionándoles un hogar cariñoso, orientación y colaboración para obtener trabajo. Como prólogo para tal decisión decían: Todos hemos llegado a éste país llenos de entusiasmo e ilusiones propias de todo hombre o mujer que deja algo que aprecia y quiere, más a pesar de tan elevado espíritu, hemos sufrido el cambio, razón por la cual surge esta Sociedad. Así explicitaban un motivo primordial para asociarse.

Podemos vislumbrar una naciente esperanza sobre la caída del franquismo -como consecuencia del posible triunfo de los aliados- en el siguiente párrafo: no tardará mucho tiempo para que uno de los puntos esenciales del lema social, el cultural, tenga que hacer su aparición en nuestra tierra natal, con el fin de mejorar la instrucción que por motivos ampliamente conocidos viene sufriendo ciertas limitaciones ().

Foto con los asistentes a la asamblea constituyente
Asamblea constituyente

El sábado tuvo lugar la Asamblea Constituyente de la Sociedad. Concurrieron numerosos socios destacándose la presencia de Alfonso Rodríguez Castelao y una nutrida participación femenina. Abrió el acto José Silva, presidente de la Comisión Directiva Provisoria, quién exhortó a la unión de todos los convecinos para el mejor éxito y desenvolvimiento de nuestra sociedad. Lo siguió Manuel Rivas, secretario general, manifestando que la sociedad estaba ya en marcha y si alguno pretendiera deshacerla será mirado con desprecio por todos nosotros -nos preguntamos el porqué de introducir un enemigo potencial en ese momento: ¿vislumbraría ya conflictos futuros?- y leyendo el listado de los 116 socios componentes. Quedó nombrada la Comisión Directiva presidida nuevamente por José Silva. La Asamblea, por unanimidad, nombró presidente honorario a Alfonso Rodríguez Castelao y de la misma manera decidió su incorporación a la Federación de Sociedades Gallegas. Se aprobaron los estatutos y se confirmó el nombre de “Sociedad Residentes del Ayuntamiento de Portas y sus Contornos”. Finalmente y a pedido de la Asamblea, habló Rodríguez Castelao. Recordó la figura del ilustre hijo de Portas, Domingo Fontán Rodríguez, autor del primer mapa científico de Galicia. Hizo referencia también a la antigua tarea de fundición de campanas en Arcos de Condesa, a la torre de Doña Urraca y a la fábrica azucarera de Portas.

Inmediatamente después de la Asamblea General, el periódico Galicia publicó un destacado artículo, bajo el título Así se hace, firmado por Santiago Suárez, secretario de relaciones de la FSG. Éste último, además de palabras elogiosas y de bienvenida hacia la nueva Sociedad, ponderó el nivel de cultura cívica y organizativa demostrado en la Asamblea. Subrayó –dando cuenta quizás de una afinidad ideológica y de un conocimiento previo- que el conjunto societario incluía destacadísimas personas de nuestra colectividad de reconocida fe democrática.

Titular del periódico Galicia: Así se hace
Así se hace

A continuación mencionaremos y analizaremos los contenidos de las crónicas posteriores. En aras de una mayor claridad narrativa los agruparemos bajo tres subcapítulos: Bases afectivas, Ideología y política y Aspectos socioculturales.

Bases afectivas

La emigración implica desprenderse de lazos familiares, sociales, culturales y geográficos, entre otros. Dicha pérdida de referentes abre un proceso de duelo que requiere elaboración. Ésta se dificulta si el ambiente resulta radicalmente heterogéneo ya que necesita de un ámbito social que actúe como intermediario. Deducimos de la lectura de las gacetillas que la primera función de esta sociedad local fue la de amortiguar el dolor inherente al cambio migratorio. De hecho escribían que más a pesar de tan elevado espíritu, hemos sufrido el cambio, razón por la cual surge esta Sociedad.

Cuando la elaboración del mencionado duelo queda obstaculizada, las personas tienden a romper con su pasado y a vivir en la inmediatez. En este contexto destacamos la frecuente apelación a “recordar” en conjunto realizada en las gacetillas (25/7, 4/9, 11/9, 25/9, 18/11, 25/11 y 25/12). La rememoración colectiva otorgaba al conjunto un complejo capital de vivencias que ayudaba a recuperar aquellas eventualmente clausuradas en los sujetos singulares. Tendía entonces a restablecer el sentimiento de continuidad de la propia existencia en cada uno de ellos. Al mismo tiempo el grupo les proporcionaba una contención afectiva. Ambos factores ayudaban a la resolución del duelo.

Foto de grupa de la delegación de la sociedad
Delegación de la Sociedad

El publicaron un texto donde fundamentaban de manera clara la función de las sociedades locales, atendiendo a las necesidades anímicas de los inmigrantes:

La vida del hombre no es un accidente del momento en que vive, sino la consecución histórica de su pasado. Nadie puede hablar de lo que se es, sin analizar lo que se ha sido. Estas consideraciones tan simples y tan naturales nos hablan de la importancia espiritual que tienen las sociedades de orden localista para la convivencia de los vecinos de una comarca y por lo tanto bien merecen que se le traten con cariño y se les preste todo el apoyo que necesiten para su mayor grandeza. Esta fiesta nos hará recordar las épocas aquellas en que nos encontrábamos en los caminos de las ferias, en los senderos de los montes, en las romerías, en las fiestas parroquiales y en las playas del mar. Todos estos recuerdos entre los cuales se formó nuestra personalidad. No serán más que remotaciones de nuestro pasado, pero que siempre tendrán la virtud de unirnos a él, y de esa manera, encontrarnos a nosotros mismos.

Por otra parte, el hecho de crear una institución nueva, otorgaba a sus protagonistas un rol activo y transformador, diferente al de identificarse como seres obligados a abandonar su pueblo natal .

Meses después agregaron:

Imaginémonos que todos los vecinos de las parroquias que componen esta Sociedad se encontraran diseminados en esta Capital, sin el contacto de las amistades contraídas en su país natal, esto les ocasionaría en ciertos momentos o fechas una incalculable tristeza. Frente a lo expuesto, podremos analizar el porqué de las Sociedades regionales que se han creado en este país

(8/4/44)

La reproducción del espacio originario de identidad colectiva que se daba en las microasociaciones (Núñez Seixas, 1999), contribuía a apuntalar la conmoción identitaria de los sujetos provocada por los cortes en el rizoma social.

También el recordar era considerado como un deber moral. Implicaba no olvidar los padecimientos de sus seres queridos que habían quedado en Galicia ni los de los inmigrantes recién llegados. Así se incluyó en la Carta Orgánica de la Sociedad, el objetivo solidario de brindar ayuda a los coterráneos. Las sociedades locales contribuían a paliar la desorientación de los nuevos inmigrantes y favorecer su ajuste al país de destino. En ese sentido se destaca el rol de las reuniones sociales:

Fue allí –en sus encuentros, picnics y bailes- donde muchos recién llegados aprendieron sobre su nuevo hogar de boca de los veteranos que añoraban el terruño natal; dónde los inmigrantes solteros vencían su soledad y florecían los romances; donde viejas matronas armaban reuniones matrimoniales entre los paisanos y con las nuevas generaciones americanas

(Moya, J. C.)

En síntesis podemos decir que las sociedades locales facilitaban la adaptación de sus miembros tanto al atender el sufrimiento por lo perdido como a conectarse con el país receptor. Ambas tareas son vitales para el inmigrante.

Foto de chicas de subcomisión de fiestas
Subcomisión de fiestas

Ideología y política

Los emigrados de Portas decidieron crear su propia sociedad en vez de adherirse al Centro Pontevedrés. Tal resolución no debió ser fácil por las tensiones entre los grandes centros provinciales y la FSG. Sin embargo esa decisión no impidió nombrar a Castelao, que se inclinaba hacia los centros provinciales, como presidente honorario. Tal designación no representó un mero hecho formal. En una crónica conmemorativa del segundo aniversario de su fallecimiento (), expresaban tenemos una deuda de gratitud con esta gran figura ya que en los primeros pasos de esta institución estuvo a nuestro lado, con su autorizada y consejera palabra.

La Sociedad de Portas se creó cuatro años después de la Guerra Civil, momento en que los disensos ideológicos estaban en auge, no sólo entre republicanos y franquistas, sino también dentro del ámbito republicano. Las ideas políticas representaban una amenaza para la unión societaria, y de ahí la decisión de fundar la Sociedad sobre bases apolíticas.

Sin embargo ya quedaba planteado un primer conflicto cuando en la Asamblea Constituyente se aprobaban los estatutos “apolíticos” y al mismo tiempo la inclusión en la FSG, entidad política por excelencia. Además de haber establecido su sede en la misma, publicaban los informes semanales en el periódico Galicia y por esta vía llegaban a sus asociados. No resulta extraño que hayan tenido que justificar la diferencia de tónica entre las gacetillas de la Sociedad y los politizados contenidos del periódico. En las primeras, recién en se manifestó de manera explícita una vocación republicana. Sin embargo muchos miembros de la CD participaban de actividades que implicaban definiciones ideológicas. Sus actos las confirmaban, aunque el discurso dirigido al conjunto societario las disimulara bajo el velo del apoliticismo. No se trataba de meras acciones personales ya que como luego veremos configuraban el rumbo de la política exterior de la institución.

Esta política exterior plantea interrogantes, atento a las luchas que se estaban dando en el seno de la comunidad: ¿cómo puede explicarse una fuerte vocación federal simultánea con la manifiesta inclinación hacia Castelao?

En la segunda mitad de 1944 encontramos relatados en las crónicas tres acontecimientos políticos que muestran los vaivenes que se vivían en la Sociedad, sacudida por el conflicto entre el modelo de los grandes centros provinciales, versus el de sostener las pequeñas sociedades locales reunidas en la FSG. Los mencionaremos en orden cronológico.

reproducción de edición Buenos Aires del libro Sempre en Galiza de Castelao
Sempre en Galiza

En julio se realizó un banquete para rendir homenaje a Castelao, con motivo de la publicación de su libro Sempre en Galiza. La CD de nuestra Sociedad cursó primero para sus socios una invitación a concurrir (). Más tarde escribirían enfervorizados elogios al homenajeado. Decían: Castelao es Galicia y Galicia es Castelao (). Bajo el título Poniendo las cosa en su lugar () manifestaban que las sociedades regionales se vieron sorprendidas por una publicación en la revista Programa del Centro Pontevedrés firmada por Alonso Ríos. Subrayan que el autor se permitió decir que las sociedades locales tienen que desaparecer, que sus obras son negativas, que son órganos sin función y que sus dirigentes son un semillero de fantoches y figurones, y por último se permite el lujo de hacer alarde de mediana inteligencia al tildarnos analfabetismo dando cátedra. Agregan que aceptarían opiniones en contra de las sociedades y también sobre la desintegración de la FSG y hasta proponer que otro órgano la sustituya… pero que no pueden tolerar la ofensa personal y menos aun que se trate de negar la obra ejemplar que las sociedades realizan tanto en este país como en Galicia.

Durante los festejos del primer aniversario invitaron como oradores a dos notables figuras de la FSG, Arturo Cuadrado y Santiago Suárez. Los miembros de la CD tenían preparada la entrega una medalla a Castelao, pero “a pedido” de éste último, se decidió “postergarla para otra fecha” ().

Nos preguntamos si tales oscilaciones podrían explicarse a partir de un consensuado equilibrismo institucional (Moya, ) de la elite dirigente - más allá de un genuino respeto por la figura de Castelao -, o bien que hayan sido el resultado de una composición de fuerzas discordantes en el seno de la misma.

Las discrepancias internas llegaron su máxima expresión en el año . La monotonía característica de los relatos era interrumpida circunstancialmente por comentarios que daban cuenta de un estado de malestar interno. En marzo se menciona que un grupo de socios había presentado a la CD un memorial para que ésta anulara las designaciones que había realizado para cubrir los cargos de las distintas comisiones, petición que se desestimó. Finalizaban diciendo:

Se ruega a los señores socios que cualquier persona que invoque el título que sea en la calle o en conversaciones provocadas con tal fin, sea denunciada en el acto (…)a fin de aplicarle las penalidades que establecen los estatutos para los derrotistas, ineptos y detractores de un bien colectivo…

()

Tal exhortación daba cuenta de un clima de ribetes persecutorios instalado en el grupo dirigente. Con posterioridad avisaron que se había llegado a un entendimiento entre las partes, no dando mayores detalles ().

Continuaba siendo notoria la participación política de distintos miembros de la CD y su compromiso con la FSG. Así lo atestiguan tanto su participación en el Congreso Federal donde ocuparon altos cargos (), como su concurrencia en carácter delegados a la conmemoración del noveno aniversario del Estatuto Gallego a realizarse Montevideo (). También sus esfuerzos para colaborar con la obra del nuevo edificio adquirido por la Federación, el “Gran Palacio Federal” ().

Bajo el título A dos años de vida de la Sociedad de Residentes del Ayto de Portas y sus contornos se divulgó un artículo donde se señalaba lo peligroso y equivocado que era el razonamiento de muchos de los compañeros que encerrados en un espíritu localista que en nada los enaltece tratan de desviar a nuestra Sociedad de la Federación. Finaliza exponiendo los motivos por los cuales considera que la Sociedad debería bregar por el engrandecimiento de la FSG (). En la siguiente semana se aclaró que este artículo fue una colaboración de Amando Gándara, miembro de la CD, y que queda por su exclusiva cuenta. Esta enmienda no hace sino confirmar las divergencias en el seno de la Sociedad respecto de los puntos allí tratados, y también el intento por parte de las autoridades de contener el conflicto con una aparente actitud neutral.

Posteriormente se invitó a una reunión para festejar el segundo aniversario de la Sociedad, que se realizaría el . Destacaremos algunos de los términos en que se formulaba la invitación porque son demostrativos de los valores predominantes:

no dudamos que será un día de confraternidad y de alegría para todos, ya que nos brinda la ocasión de reunirnos alrededor de una mesa, a la manera de una familia numerosa, en su hogar social.

Sin embargo esta fantasía de recrear la gran familia se vería interferida por un episodio de inconducta de algunos socios durante la fiesta, al que se le otorgaría gran trascendencia, pero que nunca sería especificado. Se nombró una comisión investigadora de los hechos, para no incurrir en precipitaciones, que determinó la culpabilidad de las personas involucradas (), entre las cuales se encontraba un pionero de la Sociedad, alto miembro de la CD, y varios de sus familiares cercanos. Tomó intervención el Tribunal de Honor. El asunto fue silenciado durante varias semanas, en las que estuvieron en primer plano diversas fiestas y sus exitosos resultados. Finalmente, en la Asamblea anual celebrada el fines de se decidió expulsar de la Sociedad a los socios en conflicto, por inconducta societaria. Si bien ignoramos los factores que llevaron a este desenlace, subrayamos su coincidencia temporal con la salida del Centro Pontevedrés de la FSG. La renovación de la mitad de la CD en dicha Asamblea fue prácticamente nominal -situación frecuente por cierto- y condujo más que un recambio de personas, a una redistribución de los cargos. Sin embargo dos semanas después manifestaban:

Las nuevas autoridades que hoy toman posesión de sus cargos tienen la misión y la responsabilidad de unir dentro de las normas de convivencia social a toda la gran familia que la integra. Esta tarea no será fácil, pero desprovistos de todo egoísmo personal (…) harán todo cuanto le sea posible para que en este nuevo período vuelvan todas las aguas a su cauce normal, después de acrisolarse en la lejanía de la corriente base, han de volver al punto de gravedad, curados del error y con el alma sana por la experiencia recogida

Estas palabras parecen indicar arrepentimiento por haber actuado desbordados por las pasiones.

En el saludo navideño de la próxima semana expresaban:

Ya que esta situación nos involucra dentro de la poesía sentimental de la inmortal Rosalía de Castro, así como también abarca la altivez de Currós Enríquez y haciendo honor a estos dos héroes del pasado unámonos espiritualmente dentro(…)de esta entidad y nos sentiremos fortalecidos por la unión...

La izquierda federal se inclinaba hacia los ideales de Currós Enríquez, mientras que los galleguistas tendían a enarbolar la figura de Rosalía de Castro. Nos preguntamos si el hecho de poner juntos a ambos poetas no habrá sido una alusión a la convivencia de ambos sectores políticos dentro de las instituciones.

El se publicó un interesante texto bajo el título “Algo sobre ideología”. Decían:

Respondiendo a algunas sugerencias de nuestros asociados que dicen les parece ver que la Federación y su periódico Galicia, está embanderado en determinado color político nosotros respondemos que: De acuerdo a lo que estatuye nuestra Carta Orgánica somos apolíticos por convicción y lo único que buscamos es la armonía y la confraternidad entre todos nuestros asociados, respetamos todas las ideas y no comulgamos con ninguna, pero que somos, eso sí, republicanos democráticos (…) y en tal sentido respondemos a la finalidad de la Federación y anhelamos para la Madre Patria un régimen republicano, con una constitución liberal, donde impere la más estricta justicia social y que en la misma se respeten todas las ideas y todos los derechos humanos de las distintas clases sociales .que detestamos todos los ismos sean de derecha o de izquierda, como también los cambios violentos que traen aparejados toda una secuela de destrucción sangre y dolor.

No es necesario resaltar la contradicción entre definirse como apolíticos y las consideraciones que le siguen. Nos inclinamos a pensar que estas expresiones se relacionaban, más que con una confusión de ideas, con el intento de aceptar y al mismo tiempo negar las diferencias personales. Era una manera imaginaria de sostener la cohesión social, más allá de que los sucesos del año anterior hubieran demostrado su ineficacia. La afirmación en contra de los “ismos” alude claramente tanto al franquismo como al comunismo. No obstante, debemos subrayar que era la primera vez que se identificaban como republicanos, que tomaban partido dentro de la política española y que se comprometían con los ideales de la Federación, de manera explícita. Sin duda estos cambios representaron una “corriente de aire fresco” en el viciado y uniforme espacio del apoliticismo.

Cinco meses después se realizó una Asamblea Extraordinaria cuya orden del día incluía una Amnistía General. Esta última se aprobó por unanimidad y luego de algunos minutos hicieron entrada los antes expulsados, cuya llegada produjo un momento de gran emoción, bajo el aplauso de la concurrencia (). Este hecho también nos lleva a pensar que el conflicto ocurrió por diferencias de conducción política, aunque el detonante accidental fuera de cualquier otra índole. Caso contrario no se entendería una recepción tan efusiva. Tampoco puede descartarse la intervención de competencias personales pero las declaraciones y circunstancias políticas coetáneas al conflicto son altamente sugestivas. Resta decir que en la nueva CD fueron incluidos los recientemente amnistiados ().

Luego de estos tumultuosos sucesos se omitieron los comentarios referidos a cuestiones ideológicas y políticas. Es probable que la cohesión de la Sociedad se haya mantenido reformulando implícitamente el pacto fundacional. El “conjunto social apolítico” fue suplantado en los hechos por una división entre aquéllos que hacían política y otros ajenos a la misma. Éstos últimos permitían dicho accionar siempre y cuando se la excluyera del discurso público. De hecho en las gacetillas de los años posteriores era un tema que brillaba por su ausencia.

Fallecimiento de Castelao, delante del Centro Gallego de Buenos Aires
Centro Gallego a la muerte de Castelao

Un hecho a señalar es la fidelidad que conservaron hacia la figura de Alfonso Rodríguez Castelao. Desde 1950 en adelante publicaban en los aniversarios de su fallecimiento emotivas crónicas de homenaje donde recordaban sus consejos.

También en los años siguientes se consolidó una escasa disposición del conjunto societario para ocupar cargos directivos y concurrir a las Asambleas. Muchas fueron las apelaciones tendientes a modificar tal situación. Por ejemplo podemos leer:

esperamos que a dicha Asamblea concurran dispuestos a aceptar cargos en la comisión para que ingresen nuevos valores y puedan realizar un intenso trabajo, pues es necesario que se vayan relevando a los que vienen trabajando mucho por ella desde los primeros tiempos y que a pesar de las exhortaciones de otros años en ese sentido no tuvo el resultado que se esperaba.

()

El problema se agravó en 1955 cuando debieron postergar la Asamblea por falta de número suficiente de personas para llenar los puestos vacantes. Luego, en una crónica referida a la Asamblea de decían:

En este acto se hicieron presentes como siempre un puñado de hombres emprendedores, empeñados en seguir la lucha y superación que necesita esta sociedad nuestra: ya que la misma pareciera entrar en una pasividad incierta en su futuro.

Apreciación que poco tiempo después resultaría profética.

Simultáneamente la FSG estaba atravesando tiempos difíciles. Los conflictos internos entre sectores anticomunistas, galleguistas y de izquierda radicalizada, se agudizaron dando lugar a graves episodios de violencia. Su cede fue clausurada por la policía. Meses después, el , el gobierno de facto argentino decretó su intervención. El interventor designado contó con el apoyo del grupo anticomunista (Díaz, ).

Las últimas gacetillas de la Sociedad de Portas en el periódico Galicia fueron publicadas durante . Su contenido no permite vislumbrar ningún cambio importante. Sin embargo la Sociedad remitió una carta al Interventor de la FSG, fechada el , donde se le solicita que habiendo sido resuelto así en la Asamblea General Ordinaria celebrada el día 13 del corriente mes se nos dé de baja como afiliados a esa Federación a partir del 30 del actual. Sobre la misma y escrito en lápiz, puede leerse citarlos.

Desconocemos las razones en que se basó tal decisión. Sería de suponer que los desgraciados acontecimientos por los que trascurría la FSG terminaron de desmotivar a los dirigentes de Portas cuya participación política tampoco encontraba sostén en el conjunto societario.

Características sociológicas y culturales

Desde los inicios se publicaron de manera sistemática eventos sociales, tales como casamientos, viajes, defunciones y nacimientos; también los listados de las personas que se iban asociando. Estas informaciones contribuían a desarrollar y fortalecer la red social. Su interés sigue vigente porque muestra a sus miembros ligados por una trama de parentescos, que por momentos nos hace pensar a la Sociedad como un conjunto de fratrias.

Durante el período el caudal societario estaba formado por convecinos ya establecidos en Buenos Aires, o como excepción en el interior del país. Durante la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial se produjo una severa merma en la llegada de inmigrantes. Finalizados los conflictos bélicos los flujos migratorios se recuperaron (Villares,

se encuentra en el país una cantidad numerosa de convecinos recién llegados en estos últimos tiempos y en su mayoría son jóvenes, los cuales están ingresando como socios en la institución…

()

No resulta fácil mensurar el aporte cuantitativo que éstos proporcionaron, pero su presencia fue significativa para la Sociedad, dando lugar por ejemplo a emotivos reencuentros. Además hallamos referencias a la integración de muchos argentinos que por vínculos de familia están ligados a aquellos pueblos y otros que sin tener esa condición también forman parte de la entidad… (). En los listados de nuevos socios puede observarse un porcentaje no demasiado significativo de apellidos “foráneos”, en particular italianos.

Otra cuestión llamativa fue la omisión del tema de la lengua gallega. Llegaron a decir -refiriéndose a las amistades argentinas- con quienes nos sentimos identificados en una comunidad de raza e idioma ().

Titular periódico Nuestra Fiesta
Nuestra Fiesta

Respecto de las actividades propuestas por la Sociedad, las recreativas eran las que más interés suscitaban. La propaganda previa monopolizaba el espacio periodístico. Enfatizaba sobre el brillo que su éxito otorgaría a la agrupación, su rédito económico, merced al cual podrían ejecutarse otros objetivos, y fundamentalmente que dichos encuentros eran el lugar privilegiado para lograr la cohesión de la familia portense. A posteriori de cada romería, fiesta campestre o festival, se publicaban crónicas cada vez más elogiosas sobre la gran concurrencia -en algunas hasta 500 personas- y el entusiasmo con que se habían desarrollado. Inclusive se hizo costumbre compartir los festejos con sociedades “amigas” de municipios vecinos, como la de Moraña, Villagarcía, Campo Lameiro y otras.

No contaron con la misma suerte las realizaciones culturales. En el ya mencionado artículo de Amando Gándara éste recuerda que La Asamblea Constituyente de nuestra Sociedad (…) aprobó que el cuarenta por ciento de las entradas de la misma se utilicen con el fin de despejar conciencias, a través de la capacitación que se adquiere por medio de los libros y de las conferencias de carácter cultural (….) siendo en fin primordial de la misma el de crear conciencias, lo cuál se consigue a través de la cultura. Uno de los primeros objetivos en tal sentido fue desarrollar una biblioteca propia de la Sociedad. Se compraron libros, otros se recibieron por donaciones y se publicaban los ingresos de nuevos títulos, pero fueron escasamente utilizados, situación que no se modificó con el correr de los años. En leemos: en nuestra biblioteca existe una cantidad de libros de distintos temas, pero debemos de lamentar que no haya más lectores para ellos a pesar que la lectura fortalece el pensamiento y da capacidad de conocimiento. También se solicitaba a los profesionales o profesores asociados que escribieran sobre temas culturales, de esta manera cumpliremos con el deber de generalizar la cultura, postulado por el cual los pueblos se engrandecen y se dignifican. Estas demandas no encontraron demasiado eco en la masa societaria, hecho que motivaba expresiones de preocupación de los redactores. Los ideales culturales eran patrimonio de algunos miembros, quienes pese a sus notorios esfuerzos, no lograron despertarlos en resto del conjunto social.

Pusieron en práctica sus objetivos mutuales, otorgando subsidios sin inconvenientes, hasta que un decreto del Poder Ejecutivo estableció una nueva normativa. Ésta obligó a una reforma estatutaria () por la cuál se dejó sin efecto la función de mutual.

Fachada de la iglesia de la parroquia San Xulián de Romai
Iglesia de San Xulián de Romai, Portas

La Sociedad mantuvo lazos con sus parroquias de origen que se hicieron más evidentes luego de finalizada la Guerra Mundial. Les envió remesas de útiles escolares, compró timbales para la banda de música de Lantaño, colaboró con la construcción de un cementerio para la parroquia de Romai y con el arreglo del puente de Goldar (), entre otras acciones. Además publicaban en las gacetillas los acontecimientos sociales correspondientes a las mismas. También consignaban las visitas de algunos socios a Galicia -en ocasiones relatando anécdotas de esos viajes– pero todos ellos volvían. No encontramos referencias de eventuales retornos definitivos, aunque esta falta no niega la posibilidad de que se realizaran.

Como señala en su libro Ramón Villares, el Atlántico fue más un mar que unía dos riberas que un océano que las separara. Sin duda también lo surcaron los sueños, que yendo de una orilla a otra, transportaban la imagen de un reencuentro sin tropiezos.

Bibliografía

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  1. Las fechas entre paréntesis indican la de la publicación de la gacetilla en el periódico Galicia. [volver]