El Pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó hoy definitivamente y por unanimidad la bandera y el escudo de la ciudad, después de un largo proceso.
El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) dio la razón a la Societat Catalana de Genealogia, Heràldica, Sigil·lografia, Vexil·lologia i Nobiliària (SCGHSVN) y consideró no ajustado a derecho el acuerdo del Pleno de 1997 que aprobó un nuevo sello, un símbolo y dos banderas, una oficial y otra festiva, diseñadas por Claret Serrahima.
La adopción de la nueva bandera supone recuperar la que fue aprobada en 1906, de dos metros de ancho por tres de alto, dividida en cuatro cuartos, con la cruz de Sant Jordi en el cuadrante superior izquierdo y en el inferior derecho y cuatro palos rojos verticales sobre fondo amarillo -la 'senyera'- en los cuartos superior derecho e inferior izquierdo.
Esta bandera estuvo vigente hasta 1942, cuando el gobierno franquista sustituyó la 'senyerà por dos palos rojos horizontales sobre fondo amarillo, un esquema vigente hasta 1996, cuando se aprobó el diseño de Serrahima.
Respecto al escudo, se mantendrá el de 1996 pero recuperando la corona real, atendiendo "a la condición que tenía de soberano el Conde de Barcelona", mientras que el símbolo o emblema se ajustará levemente y quedará como marca corporativa.
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