Por Luis López Pombo
Como quien dice acaba de terminar el año dedicado a Cervantes, innumerables han sido los actos que con motivo del cuarto centenario de la publicación de El Quijote se llevaron a cabo, tanto en España y también en otros países, principalmente de habla hispana. Muchos autores aprovecharon el año dedicado a Cervantes para dar conocer sus estudios acerca del más universal literato español. Como es natural fueron editados trabajos muy buenos, otros más flojos e incluso algunos que en vez de aportar algo sobre la obra cervantina o acerca del autor y su ascendencia y descendencia, son meros galimatías sin base alguna que convenzan a cualquier avezado en temas cervantinos.
Acerca del origen lucense del famoso Manco de Lepanto, que por cierto no era manco, si no que debido a un arcabuzazo su mano izquierda había quedado "estropeada", cada día toma más consistencia sus orígenes gallegos.
De viejo viene el tema, pues en 1905 con motivo del tercer centenario de la publicación de El Quijote más de un autor expuso sus conocimientos sobre el particular y hasta la Real Academia Gallega ha publicado un pequeño estudio. Juan de Mena ha sido el primero que mencionó la estirpe gallega de Cervantes y Cervatos, dice:
"...Os desta liñaxe son de alto sangue, que veñen de homes ricos de León e Castela, que se chamaron Munios e Adefonsos, que están enterrados en Sahagún e en Celanova; eran galegos de nación, que proviñan dos reis godos, emparentados con reis de León. De Celanova viñeron a Castela e acháronse na conquista de Toledo... É de boa caste, e houbo deles uns conquistadores de Sevilla e de Baeza e utors grandes homes...".
Los reputados genealogistas Méndez de Silva, Mondéjar, y Fernández Navarrete, en sus documentados trabajos, nunca han dudado en entroncar los Cervantes con Alfonso Munio, que acompañó el rey Alfonso VI en la conquista de Toledo, y con su hijo, supuestamente nacido en Celanova entorno al año 1090, que murió peleando contra los moros en 1143. La presencia del linaje Cervantes en Sevilla justifícase por ir seguramente con las mesnadas gallegas a la campaña de Andalucía de San Fernando. En el siglo XV el arzobispo Juan de Cervantes, que murió en 1453, era allí una figura muy destacada. Ya en el siglo XVI este patronímico existía con bastante frecuencia en familias sevillanas y cordobesas. Vecino de ésta última ciudad ha sido el escritor Gonzalo de Cervantes Saavedra, elogiado en "Canto de Calíope".
También los Saavedra, aparecen de muy antiguo documentados en las provincias de Ourense y Lugo. Según Eduardo Pardo de Guevara y Valdés, Director del Instituto de Estudios Gallego Padre Sarmiento, en su conferencia dada en la casa consistorial de Cervantes, sostiene, que los Saavedra,
"...es un topónimo plenamente gallego, pues se localiza sólo en el viejo camino de Otero de Rey a Villalba, puesto bajo la advocación de Santa María. No muy lejos de allí, al otro lado del Miño, quedan todavía en pie algunos restos (...) de la antigua casa de Taboy, que fue solar y cabeza del gran linaje señorial de los Saavedra y de la que presumen descender la generalidad de las estirpes que han portado este apellido...".
Miguel de Cervantes Saavedra, al comienzo del capitulo treinta y nueve de El Quijote dice:
"...en un lagar de las montañas de León tuvo principio mi linaje, con quien fue mas agradecida y liberal la naturaleza de aquellos pueblos todavía alcanzaba mi padre fama de rica, y verdaderamente lo fuera si así se diera maña a conservar su hacienda como se daba en gastarla...".
Esta frase muy clarificadora, hoy por hoy se toma como autobiográfica, y lo cierto, lo significativo, es que uno de nuestros más sabios ilustrados, el Padre Sarmiento, que no gustó nunca de las fantasías en sus escritos y menos si estas servían para engrandecer los linajes, no dudó en aceptar la veracidad de las palabras del Cautivo, sentenciando que siendo
"...Cervantes y Saavedra, no pudo ser su linaje primitivo del Reyno de León, sino del Reyno de Galicia...".
Acerca del origen de la misma prosapia nos dice don Manuel Vázquez Seijas, en el tomo primero de Fortalezas de Lugo y su Provincia, al referirse a dicho párrafo de El Quijote:
"estas montañas de León, indudablemente no son otras que las aún por tales se conocen, divisoria de Cervantes, y las vecinos tierras del reino de leones".
-y añade-.
"donde existe la familia de los Saavedra, muy anterior al nacimiento del insigne autor del Quijote, que allí tuvo principio el linaje que nos ocupa".
Por ahora el estudio más amplio realizado tanto del linaje de los Saavedra y del mismo palacio de Vilarello, lo debemos a genalogista lucense Manuel Julio Platero Campo. Trabajo, que en buena medida en su día realizó por encargo de Joaquín Luaces Saavedra, culto ingeniero de Caminos, jubilado residente en Renedo (Valladolid), quien en todo momento sostiene:
"...que desde siempre escucho en su familia el comentario de que los antepasados de Miguel de Cervantes tenían su origen en el pazo de Vilarello...".
Comentario todavía muy común entre los vecinos de aquellas aldeas.
El referido genealogista lugués sostiene que:
"...Urraca Méndez de Saavedra, de la Casa de Balgos, casada con Pedro Gómez de Cancelada y Lamas, dueño de la Casa de Vilacha de Cancelada. Contemporáneos, aproximadamente, del célebre escritor. Ella era hija de don Alonso López de Saavedra que, igualmente, pudo haber sido padre o hermano del bisabuelo de Cervantes. En cualquier caso, el padre de Alonso, don Gonzalo Méndez de Saavedra, dueño de la Casa de Balgos, y sospecho que de la primitiva de Vilarello, tiene para mí todos los visos de ser el antepasado común de los de Vilarello y de don Miguel de Cervantes..."
La última dueña vincular del palacio de Vilarello es doña Concepción Saavedra Vélez, casada con don José Álvarez de Toledo, quienes hacia el año 1960 venden la casa y propiedad a los actuales propietarios. Retirando de la misma muchos muebles, retablos de la capilla, archivo e incluso el escudo de armas que lo colocan en otra vivienda de su propiedad situada en la calle de la Hiedra en Villafranca del Bierzo.
Acerca de los antepasados de Miguel de Cervantes, también de él mismo y de sus hermanos están recopilados numerosos documentos, generalmente publicados bajo el nombre común de documentos cervantinos. Sobre el particular entre los mejores documentalistas podemos citar a Francisco Rodríguez Marín, quien en una sola obra recopila más de 410 documentos; José de la Torre y del Cerro; Cristóbal Pérez Pastor; Comandante García Rey; Aurelio Baig Baños, entre otros. Todos ellos nos van aportando datos acerca de la familia de Cervantes, tanto los antepasados, sus hermanos y hermanas, su esposa, su hija.
Hoy por hoy está plenamente documentado que el tercer abuelo, es decir en lenguaje popular el tatarabuelo de Cervantes se llamaba Pedro Díaz de Cervantes, residió en Córdoba allá por el año 1463, siendo parroquiano de la iglesia de San Nicolás. También del mismo sabemos que tuvo un hijo llamado Rodrigo Díaz, que fue feligrés de la parroquia de San Bartolomé, y su profesión era de pañero.
El segundo abuelo, es decir el bisabuelo, se llamaba Rodrigo Díaz, que resulta ser el anterior, de él ya sabemos más cosas, entre ellas, que estuvo casado con Catalina Cabrera, de quienes fueron hijas, Catalina y María, que fueron monjas en el convento de Jesús Crucificado. Además el matrimonio tuvo otros tres hijos varones, Rodrigo, Miguel y Juan. El primero fue fraile dominico en el convento de San Pablo, donde ejerció de vicario entre los años 1533 a 1537 y subprior desde 1542, falleciendo al poco de mediar el siglo.
El abuelo, se llamaba Juan de Cervantes, nació antes de 1470 y contrajo matrimonio hacia 1480, su padre Rodrigo Díaz de Cervantes, es de suponer que tenía una buena posición económica, permitiéndose el lujo de mandar a su hijo Juan de Cervantes a estudiar leyes en la universidad de Salamanca, donde salió para ejercer de abogado de rentas en Córdoba, ciudad en la que residía en el año 1500, y donde tres o cuatro años posteriores contrajo matrimonio con Leonor Fernández de Torreblanca, hija del bachiller Juan Díaz de Torreblanca, médico y cirujano. La prometida recibió una dote de 50.000 maravedíes. Este matrimonio ha tenido varios hijos, entre ellos, Rodrigo de Cervantes, padre del ilustre literato.
El matrimonio, es decir Juan de Cervantes y Leonor Fernández de Torreblanca, con sus hijos pasaron en 1509 a residir en Alcalá de Henares, tras ser nombrado teniente de corregidor de la referida villa, donde permaneció aproximadamente un año, regresando otra vez a la ciudad andaluza, donde aparecen algunos documentos referentes a él en los años 1511, 1515 y 1517, en 1523 vivía en Cuenca donde también era corregidor y de allí parece que pasó a Toledo. Gracias a la recomendación de don Luis Méndez de Sotomayor en 1527 fue nombrado alcalde de las Alzadas, en la provincia de Guadalajara, cargo que le otorgó don Diego Hurtado de Mendoza, tercer duque del Infantado, de allí pasó a Ocaña y entre 1538 y 1541, ya en Plasencia, donde se le documenta como corregidor. También desempeñó cargos de alcalde mayor en Baena, Cabra e Iznájar, y finalmente como juez inquisitorial en su Córdoba natal. El abuelo de Cervantes falleció en 1556.
El padre de Miguel de Cervantes Saavedra, llamado Rodrigo de Cervantes, nació en Alcalá de Henares hacia 1509, de él mismo y de su familia nos dan muchos datos el historiador Arsenio Lope Huerta, posiblemente el mejor conocedor de los Cervantes de Alcalá. Rodrigo de Cervantes, sufría sordera, su profesión de cirujano sangrador por aquel entonces gozaba de muy poca estima. En Alcalá contrajo matrimonio con Leonor de Cortinas, una rica heredera natural de Arganda, que no había contado con la bendición de los padres de ella, aunque sí con la dote.
Fruto del matrimonio han sido los hijos habidos, Andrés, que murió al poco de nacer (1542); Andrea (1544), que tuvo una vida repleta de ligerezas sospechosamente rentables, incluso varios autores afirman que ejerció la prostitución. De su novio Nicolás de Ovando tuvo una niña que nació en 1565, pero nunca llegaron a estar casados. En 1567 sostuvo amoríos con un banquero genovés Juan Francisco Locatelo, del que salió bien recompensada, tanto en dinero y en prendas. En 1576 llegó el turno a un rico hombre casado llamado Alonso Portocarrero, ya entorno a 1590 cayó en sus redes Santi Ambrosio. Pero quizás Andrea arrepentida por tanto pecado cometido terminó sus días abrazando el hábito de la Venerable Orden Tercera Miguel (1547).
Rodrigo (1550) en 1571 residía en Nápoles con su hermano Miguel, justo antes de su alistamiento en la flota de la Santa Liga, con la que combatieron en Lepanto, en 1575 fueron apresados en la galera Sol y llevados por los berberiscos cautivos a los baños de Argel. Después de haber pagado su padre el rescate quedó en libertad dos años después de haber sido hecho prisionero, este Rodrigo, enrolándose de nuevo en el ejercito, concretamente en el tercio del maestre de campo Lope de Figueroa, integrándose en la compañía de Francisco de Bobadilla, que estaba formada por veteranos. Con ella participó en una memorable campaña de las Azores, la de la Isla Tercera, tras la cual conseguirá su ascenso a alférez. Después, vinieron ya las largas campañas de Flandes y Francia, donde permaneció durante casi veinte años... Al cabo, un arcabuzazo certero, mortal, segó su vida y su fama el 2 de mayo de 1600 en la triste batalla de las Dunas, ante los mismos muros de Nieuport.
Magdalena (1552) fue monja de la Orden Tercera, no antes sin tener varios novios, entre ellos a otro fulano Portocarrero, hermano justamente del que había rondado y rendido a Andrea. Otro de sus novios fue Fernando de Lodeña, que salió fiador de Cervantes en 1595 y luego Juan Pérez de Alceaga, escribano de la reina doña Leonor de Austria.
Muy diferente fue la tercera hermana, llamada Luisa, cuya trayectoria es también conocida, aunque son menos los detalles. Se sabe, por de pronto, que en 1556, cuando contaba diecinueve años, profesó en las carmelitas descalzas de Alcalá y que allí tomó el nombre de sor Luisa Belén. Además en 1593 fue superiora, 1617 y 1620 ya era priora. Juan (1554).
El padre de Miguel de Cervantes, falleció el 13 de junio de 1585 y la madre Leonor de Cortinas el 19 de octubre de 1593.
Referente a la patria chica de Cervantes, todavía hoy, podemos topar con personas que dudan donde nació Miguel de Cervantes Saavedra, apelan a no sé cuantos artículos de baja calidad investigadora, o que si la partida de bautismo pueda estar falseada, su tardío hallazgo, y así todo lo que se quiera, pero la realidad documentalmente demostrable es que Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá de Henares, muy posiblemente el día 29 de septiembre de 1549, -.por aquello de Miguel y la festividad de San Miguel.- Los datos que nos da el acta sacramental de bautismo cuadran perfectamente con los aportados en el expediente de:
"ynformaçion de Miguel de Cerbantes de lo que ha servido A su Mg..."
documento de 52 folios, custodiado en el Archivo de General de Indias, (Sevilla) bajo la referencia Patronato, 253, R.1/1/. Señalando en el folio 14 rv. párrafo séptimo:
"yo pedro de rrivera, notario apostolico entre los cristianos en este argel, doy fee e testimonio como a los diez de octubre de mill e quinientos y ochenta años, miguel de cerbantes, natural de la villa de alcalá de henares, ques en castilla, estante en este argel, al presente rrescatado para ir en libertad, presentó al muy rreverendo señor padre fray juan gil, redemctor de los cautivos de españa, por mandado de su magestad, questaba en este mismo argel, el memorial abaxo escripto y firmado de su mano, con los articulos que delante siguen, y esto en presencia de mi, y dello doy fée y testimonio, en argel á diez del mes de octubre deste año de mill e quinientos y ochenta.- pedro de rrivera, notario apostolico".
En el mismo expediente se dan amplias referencias de filiación, tanto de Miguel de Cervantes, de sus padres Rodrigo de Cervantes y Leonor de Cortinas. También en el libro I de bautizados de la parroquia de Santa María de Alcalá de Henares, que ahora se halla custodiado en una caja fuerte del ayuntamiento, en él mismo obran las partidas de Miguel y varios de sus hermanos.
Entre la ciudades y villas que primero reclamaron para sí la cuna de Cervantes, están Esquivias, Lucerna, Sevilla y Madrid; después se sumaron Toledo, Consuegra y Alcázar de san Juan. Con motivo del Cuarto Centenario de la publicación de El Quijote incluso algún historiador de poca monta publicó un libro donde llega a decir que el fénix de la literatura española nació en la ciudad de La Paz.
Nota a la edición: Sobre las imágenes que ilustran el trabajo. La primera y la segunda de El Centenario del "Quijote" en Galicia; la tercera de Miguel de Cervantes Saavedra; y la cuarta, quinta y sexta de Miguel de Cervantes.