Aunque hoy nos parezca mentira, en los siglos XI, XII, etc., los hijos heredaban casi de la misma forma como lo hacemos hoy: en las familias con dinero y tierras, las mujeres heredaban de la misma manera que los hombres y tenían derecho a manejar sus propiedades sin tener que dar cuentas a nadie. Los documentos están llenos de donaciones hechas por mujeres casadas sin contar para nada con maridos, padres o hermanos. De hecho, el rastreo de las propiedades es uno de las mejores pistas que tenemos para ir armando las familias, y podemos ver como una propiedad va pasando de generación en generación a todos los miembros de una familia. Esa atomización de la propiedad fue una de las causas de empobrecimiento de algunos linajes. Es más adelante, cuando aparece el mayorazgo y la propiedad se vincula cuando la cosa cambia.

Entre las familias más pobres pasaba algo parecido: la tierra es de la familia, de todos sus miembros en conjunto, y sólo con el acuerdo de todos se puede pasar a otros la propiedad.

En cuanto a la posibilidad de seguir la pista a una familia, no sólo es posible con las familias reales. Es posible con muchas otras de extracción más o menos modesta, gracias a la riquísima documentación que se ha conservado, donde aparecen toda clase de negocios, donaciones, pleitos, etc., llenos de datos genealógicos.

Por ejemplo, alguien preguntaba algo sobre el linaje de Cifuentes. Pues el linaje de los Ramírez de Cifuentes se puede seguir desde el siglo IX, con sus sucesivas transformaciones, entronques, etc, prácticamente hasta hoy en varias de sus ramas, pero sin invenciones, con documentos, como tiene que hacerse toda investigación.

Todo esto viene a cuento porque tarde o temprano todos llegaremos hasta esos siglos, al menos por una de nuestras ramas, ya que: ¿todos descendemos de todos? y pensando en los más de 2.000 millones de antepasados teóricos que se tienen en 30 generaciones.

Los genealogistas ingleses calculan que todos los habitantes de la isla con raíces en ella son como máximo primos en grado 30.

El campo de investigación de la genealogía y prosopografía medieval es inmenso y no hay mucha gente que se dedique a investigarlo, así que está esperando que todos lleguemos allí, buscando algún abuelo.

Un saludo, María Emma.

Autora: María Emma Escobar © 2002 Publicado en Lista de Genealogía Española.